Shutter
Island es una película dirigida por Martin Scorsese en 2010. Leonardo DiCaprio
(agente judicial Andrew "Teddy" Daniels), Mark Ruffalo (agente
judicial Chuck Aule) y Ben Kingsley (jefe de psiquiatría, doctor John Cawley)
dan vida a los principales protagonistas de la historia.
Shutter
Island es un thriller psicológico, subgénero del cine de suspense; por tanto,
su desarrollo narrativo tendrá en cuenta los siguientes aspectos (sólo, algunos
ejemplos): -habrá sucesos criminales; -investigación policial; -el espectador
es parte esencial en el desarrollo; -la trama está íntimamente relacionada con
los protagonistas. En su característica psicológica, será fundamental
distinguir el enfrentamiento mental entre los personajes.
Estas
películas suelen ser adaptaciones de novelas de éxito. Otro ejemplo de thriller
psicológico es El silencio de los corderos (1991), basada en la novela homónima
de Thomas Harris escrita en 1988. Shutter Island, está basada en la novela
homónima escrita por Dennis Lehane en 2003.
La
trama de Shutter Island es, inicialmente, sencilla.
Año
1954. Desaparece Rachel Solano, reclusa internada en el hospital
psiquiátrico-prisión Shutter Island, centro situado en una pequeña isla del
puerto de Boston. Dos agentes judiciales (Leonardo DiCaprio y Mark Ruffalo)
reciben el encargo de investigar el caso.
Desde
el inicio de la trama, se nos mostrará no sólo la investigación policial sino,
también, la vivencia personal de su protagonista, el agente Andrew Daniels,
personaje aún atormentado por la reciente muerte de su mujer y sus hijos en un
incendio provocado y por sus dolorosos recuerdos derivados de su participación
en la II Guerra Mundial, en especial por sus experiencia en la liberación del
campo de concentración de Dachau.
Este
aspecto es esencial para entender la película ya que se superpondrán tres
tramas al mismo tiempo: la investigación policial, las ensoñaciones con su
familia e imágenes de la guerra.
Un mínimo de contextualización psicológica ayudará, también, a comprender la propuesta de Martin Scorsese.
Shutter
Island está ambientada en los años 50, década del apogeo de una nueva
experimentación psicológica basada, resumiendo mucho la cuestión, en propiciar
a los enfermos entornos dignos, educación y tratamiento farmacológico.
Simplificando
de nuevo la cuestión, podríamos afirmar que antes de esta nueva época, los
enfermos mentales peligrosos eran recluidos en centros terroríficos donde eran
tratados de manera inhumana. Los casos más peligrosos eran neutralizados con técnicas
quirúrgicas atroces como la lobotomía (Se explicará la lobotomía al final de
esta Entrada).
En
Shutter Island se refleja esa etapa de transición. Se reflejan aspectos de
mejora en el tratamiento de los pacientes. Sin embargo, existen zonas
diferenciadas en el recinto que reflejan la pervivencia de dos estilos psiquiátricos
diferentes. Por otra parte, la lobotomía se presenta como amenaza final
constante.
Muchos
otros aspectos cinematográficos como psicológicos serán expuestos en una
Entrada posterior ya que hacerlo ahora, y sin previo aviso, desvelaría la trama
esencial de la película.
Lobotomía
Con
Walter Freeman (médico estadounidense, 1895-1972) la lobotomía alcanzó su máximo
desarrollo. Produciendo un agujero en el cerebro y rebanando, literalmente, el
lóbulo frontal, el paciente quedaba permanentemente sedado; al mismo tiempo, quedaban suprimidas
las funciones cognitivas asociadas a esta área cerebral.
Esta técnica adquiere la máxima expresión de crueldad cuando se sustituye la intervención quirúrgica (costosa y compleja) por la técnica del picahielos consistente en introducir un objeto punzante por encima del ojo hasta llegar a la base del cráneo. Con la aparición de los fármacos, la lobotomía, afortunadamente, fue desapareciendo de la práctica psiquiátrica.
Lóbulo frontal (Explicación sencilla)
La
corteza cerebral se divide en cuatro partes, cuatro lóbulos. El lóbulo frontal
es una de ellas. Está situado en la parte delantera del cerebro, justo detrás
de la frente. Es el responsable de los procesos cognitivos complejos. Estos
procesos cognitivos complejos reciben el nombre de funciones ejecutivas.
Estas
funciones son operaciones mentales dirigidas hacia un fin que permiten el
control conductual, es decir, posibilitan que podamos elegir, planificar y
tomar decisiones voluntarias y conscientes. El lóbulo frontal es al cerebro lo
que un director a una orquesta.
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